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¿Pensás que los deshumidificadores son solo para el verano? Error. El invierno es, en realidad, una de las estaciones donde más se necesita controlar la humedad. Te explicamos por qué, qué pasa en los ambientes cerrados y cómo un deshumidificador puede mejorar tu salud, tu casa y tu bolsillo.
Cuando hace frío, todo se cierra: ventanas, puertas, rejillas. La circulación de aire baja al mínimo. Pero eso no significa que la humedad desaparece… al contrario. Se acumula.
Todo eso suma vapor de agua al ambiente. Y como no hay ventilación, la humedad queda atrapada. Resultado: vidrios empañados, paredes que se descascaran, olor a encierro… y salud que se resiente.
Con el correr de los días (y sin que lo notes), la humedad acumulada empieza a hacer de las suyas:
Todo esto genera un clima desagradable y poco saludable, incluso en hogares limpios.
En invierno, estamos más tiempo adentro. Y si el aire tiene exceso de humedad, respirarlo todos los días puede generar:
Esto se potencia si hay chicos, adultos mayores o personas con defensas bajas en casa.
Sumar un DESHU en tu hogar de junio a septiembre puede transformar tu día a día. Te contamos por qué:
Un ambiente seco se calefacciona más fácil. El aire húmedo se siente más frío, incluso a la misma temperatura.
¿Resultado? Menos frío, menos gasto en gas o electricidad.
Dormir en un dormitorio húmedo aumenta la congestión nasal. Un deshumidificador estabiliza el aire y mejora la respiración nocturna.
Si secás adentro, un deshumidificador cerca del tender acelera el proceso, evita olores y moho.
Son los lugares más afectados por el vapor diario. Usar el deshumidificador unas horas después de la ducha o la cocción cambia el clima en pocos días.
Falso. Funcionan perfectamente en interiores calefaccionados. Lo que puede disminuir es su eficiencia en ambientes con temperaturas extremas (menos de 10 °C), pero no dejan de funcionar.
Error. Son muy eficientes. Además, al mejorar el confort térmico, necesitás menos calefacción (y ahí sí que se gasta).
No. La humedad ambiental no es una cuestión de calor, sino de ventilación, vapor y hábitos. Y el invierno es temporada alta de humedad atrapada.
Depende del uso:
Todos los modelos DESHU se pueden programar, tienen apagado automático, y funcionan en silencio, ideal para usar mientras dormís o trabajás.
El invierno no solo trae frío. También trae humedad, ambientes cerrados, ropa que no se seca y problemas de salud. Con un deshumidificador DESHU, podés transformar tu casa en un lugar más cálido, seco y saludable sin hacer obras, ni gastar de más.
¿Querés respirar mejor, ahorrar en calefacción y olvidarte del moho? Este invierno, sumá un DESHU.