¿Tenés un cuarto que huele raro? ¿Guardás cosas “por las dudas” en placares, altillos o lavaderos? Ojo: la humedad puede estar arruinando lo que tanto cuidaste. En esta nota te contamos qué objetos son más vulnerables al exceso de humedad y cómo evitar perder plata (o recuerdos) por no controlar el ambiente.


1. Libros y documentos

Los papeles y libros son como esponjas: absorben la humedad del aire y la conservan. En ambientes cerrados o con poca ventilación, esto genera:

  • Páginas onduladas
  • Olor a moho
  • Manchas negras o marrones
  • Pérdida de color
  • Dificultad para volver a abrirlos sin que se rompan

Y ni hablar si los tenés en cajas de cartón o estantes bajos. El daño es silencioso, pero casi siempre irreversible.

Tip DESHU: si tenés libros que querés conservar (colecciones, apuntes, recuerdos), guardalos en estantes elevados y mantené el ambiente seco con un deshumidificador. Ideal el modelo D-10 para cuartos chicos o bibliotecas.


2. Ropa de abrigo o temporada

Guardar ropa de invierno en verano o viceversa es lo más común del mundo. El problema es que muchas veces lo hacemos en lugares que no ventilamos nunca: placares altos, bauleras, camas con cajones, altillos o galpones.

¿El resultado?

  • Prendas con olor a guardado
  • Tejidos que pierden color o se manchan
  • Lana que se pone áspera
  • Cuero o gamuza que se cuartea
  • Ropa que “sale húmeda” del armario

Y si alguna vez guardaste algo apenas húmedo… sabés que el moho aparece en menos de una semana.

Tip DESHU: usá fundas de tela (no plástico), aireá los espacios cerrados y mantené la humedad bajo control con un deshumidificador. El modelo D-30 va genial para habitaciones y placares grandes.


3. Equipos electrónicos y cables

No hace falta que se mojen. Solo con estar en un ambiente muy húmedo, los dispositivos pueden fallar con el tiempo:

  • Oxidación de contactos
  • Corrosión interna en placas
  • Fallas intermitentes
  • Cortocircuitos
  • Baja vida útil

Esto aplica a notebooks, consolas, parlantes, routers, electrodomésticos, y hasta a los enchufes de regleta que están “guardados” en algún cajón.

Tip DESHU: si tenés un cuarto con tecnología (home office, escritorio gamer, etc.), proteger los equipos con un DESHU es una inversión. En espacios tech con poca ventilación, el D-30 es ideal.


4. Alimentos secos o envasados

Parece exagerado, pero no lo es. Guardar alimentos como arroz, harina, azúcar, snacks o cereales en ambientes húmedos (cocinas cerradas, alacenas sin ventilación, depósitos sin control climático) puede:

  • Cambiar la textura
  • Generar hongos
  • Deformar envases
  • Atraer insectos

Y ni hablar si son productos a granel o sin envase hermético. El ambiente húmedo afecta hasta a lo que no está en contacto directo con agua.

Tip DESHU: si tenés un depósito de alimentos o una cocina sin extractor, colocá un deshumidificador chico para mantener la humedad bajo el 60%.


5. Objetos de valor afectivo o coleccionables

No todo se mide en plata. Hay cosas que, si se arruinan, no tienen reemplazo: fotos, cartas, juguetes, vinilos, cuadros, recuerdos de viaje, instrumentos musicales, etc.

Todos estos objetos pueden deformarse, mancharse o romperse si pasan meses en un ambiente húmedo.

Ejemplo real: una caja con fotos antiguas se guardó en el altillo de una casa de zona húmeda. A los seis meses, el 70% de las fotos tenía moho o estaba pegado. Irrecuperables.

Tip DESHU: si tenés un espacio de guardado con objetos especiales, asegurate de que esté ventilado y con humedad controlada. Un D-10 o D-30, según el tamaño del ambiente, puede salvar recuerdos.


¿Por qué se deterioran con la humedad?

La humedad no solo “moja” las cosas. Al quedar en el aire, va entrando lentamente en los materiales, activando hongos, bacterias, oxidación, deformación o cambios químicos.

Y lo peor: muchas veces no lo notás hasta que ya es tarde.


¿Qué niveles de humedad son seguros?

  • Menos del 40%: demasiado seco, puede afectar la piel y mucosas.
  • Entre 45% y 60%: ideal para ambientes saludables y conservación de objetos.
  • Más del 65%: zona de riesgo. Proliferan moho, bacterias y los objetos empiezan a absorber humedad.

Con los deshumidificadores DESHU, podés mantener ese equilibrio sin complicarte. Encendés, regulás y te olvidás.


Conclusión

A veces creemos que tener todo “guardado” es suficiente. Pero si el ambiente tiene humedad, lo que estás haciendo es condenar a esos objetos a deteriorarse de a poco.

No pierdas tiempo, recuerdos ni plata. Mantené la humedad a raya con una solución efectiva y duradera. Conocé los modelos de DESHU y protegé lo que más valorás.